~ Mamá dice que en estos días anduve malhumorada y muy
decaída.
Es que a veces los sentimientos ni se pueden controlar..
claro que las acciones sí, puedo inventar una sonrisa que esconda un “no estoy
del todo bien” pero que te diga que ando perfecto.
Es en esos momentos que me dejo caer en el sillón del
living, cierro los ojos y me imagino en un lugar perfecto:
camino por arena blanca, con un sol abrazador.. que no te pide meterte debajo
de una sombrilla, sino que te acaricia despacio, como una brisa suave, como una
seda; una hamaca paraguaya atada a dos palmeras y el sonido de las olas
rompiendo contra la costa, como si la naturaleza te diera música natural, a
cambio de que estés ahí, de tu presencia. Me siento en ese polvo suave que tengo
alrededor de mis pies y me quedo, quieta.. Me siento perfecta, como si
conviviera con mis defectos tan bien que ni se noten, que ni me molesten, y
liviana, súper liviana.. como esas plumas chiquitas que ni se ven en el aire,
mirando a no sé donde pero sintiendo una tranquilidad indescriptible que solo
puedo sentir.
Respiro el aire puro, la brisa del mar fresquita, una y otra vez, y una y otra
vez me hacen sentir mejor.
es como si nunca quisiera irme de ahí, quedarme a vivir paz..
se sienta al lado mío una persona alta, flaquiiita, de pelo castaño y largo,
ojos expresivos, con una sonrisa de costado y un gorrrito negro con un pompón, creo
que se llama “mi conciencia” que me dice y me obliga a seguir con la tarea de historia y el informe
de la jornada, desparramados sin ganas en la mesa del living .
vamos, vamos, arriba! Todo tiene un sentido en la vida, todo
nos enseña algo.
todo nos sirve, el esfuerzo recompensa al final.. ~