viernes, 11 de noviembre de 2016

Acerca de las uñas largas

Estamos volviendo en el auto para nuestras casas después de una juntada "de después de cursar" que me hizo sentir feliz y afortunada de estar riéndome con gente tan especial, desde hace tres años. 
Son como las cuatro de la mañana de un lunes que empezó desde temprano, y en el asiento de atrás hay tres, dos dormidos y una mirando hacia su ventanilla, como en su mundo. En la radio suena Trátame suavemente, y yo vuelo con la canción. Lo miro a Enzo concentrado manejando y después me fijo en mi brazo apoyado en la ventanilla abierta, al que le da el viento frío y húmedo de Córdoba. Lo hago bailar y hacer "olas" con el viento mientras canto la canción y pienso en la noche de hoy, cuando todos se reían y jugaban mientras yo por dentro los observaba con ojos melancólicos pensando en cuán poquitas juntadas más me iban a quedar por compartir con ellos. No me arrepiento de esos pensamientos masoquistas, sólo porque me hicieron disfrutarlos en cámara lenta.
Y de repente miro mi mano, que la estaba haciendo girar y mover en la ventanilla. Algo raro tienen mis manos que se ven más delicadas, mas.. finas. Eran mis uñas, estaban largas, creo que más que nunca antes. Sonrío y suelto una risita que hace que Enzo me vea confundido y me pregunte si estoy loca. Es que retrocedí a una charla que había tenido a los 15 en algo así como... diez segundos.
De repente estoy en un recreo, sentada encima de una mesa individual del colegio con los brazos cruzados. Tengo un guardapolvo de tablitas sin lazo en la cintura, y el pelo suelto, largo y lacio, típico de cuando cursaba los primeros años en el cole secundario. Se acerca un chico con el que me llevaba bien entonces, era una de sus pocas -casi única- amigas. Empieza a charlar conmigo de algo que no recuerdo, a lo que cuando le estoy respondiendo, me mira las manos, frunce el ceño como preocupado y agarra una de mis manos en sus manos. Me dirige la mirada hacia los ojos y me pregunta "-¿Estás bien?" a lo que yo, que no entendía nada en ese momento le respondo que si, y por qué. "Porque mirá, fijate. Tenes las uñas despintadas, y mordidas. Algo te está pasando". Es que él relacionaba mis estados de ánimo por el estado de mis uñas, un poco por mi hobbie del nail art en ese momento y otro poco porque en mis momentos felices era cuando surgían las ganas para ejercerlo. Ese día mis manos no estaban pintadas con diseños, dibujitos, colores. No estaban largas, limadas y cuadraditas. Estaban mordidas y desgastadas. Despintadas. Rotas. Me pregunté cuánto esa mínima expresión física decía de mí.
Nunca me olvidé de ese comentario, y hoy, en este auto, con esta canción y esta mano fuera de la ventanilla lo recordé. Lo relacioné con el ahora. 
Hoy tenes las uñas largas, hoy tenes las manos cuidadas. Pintadas. Queridas. Prolijas. Alegres. Algo pasa, algo está cambiando. Estarás cambiando vos? 
Sonrío. 
Miro a la gente a mi alrededor. Canto. Recorro con la mirada las calles de Córdoba. Siento una mezcla entre melancolía y felicidad. Como esos diez minutos finales de esas películas que te fascinan, que siempre te dejan algo marcado. Pienso en el final que le estoy dando a esta etapa, a la cotidianeidad compartida con esta gente, con esta ciudad. Y lo relaciono con los diez minutos finales de las películas. Mi película, mi libro, mi vida... Se termina el capítulo 20, y comienza algo que me desorienta de sólo pensarlo. Pero no pienso en eso, vuelvo a las uñas, vuelvo a mi final, y me quedo pensando en esa mezcla entre melancolía y felicidad.
Hoy se siente bien soltar las cosas. Estaré cambiando? Probablemente.. esté cambiando, mutando.
Probablemente me esté haciendo más fuerte
Más segura
Más aventurera, más arriesgada?
Probablemente me esté dejando ser.




No quiero soñar mil veces las mismas cosas
Ni contemplarlas sabiamente
Quiero que me trates suavemente   

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Mucha suerte en tu nueva etapa, se libre, se feliz, se vos! Nunca enjaules en un escritorio un alma libre como la tuya, algunas personas simplemente necesitan ir y venir, hacer y crecer... Siempre en movimiento.

"Muestrame tu luz, yo te mostrare mi luz."

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