miércoles, 6 de agosto de 2014 0 comentarios

Destino, inspiración y un poco de todo

Hay mil cosas que me incitan a seguir para adelante. Como nunca, "pa' lante", bien argentino. Si bien las películas románticas que me insistió ver mamá cuando llegué a pico -nuestra mejor forma de estar juntas- no me pusieron del mejor ánimo que encontré, ni tampoco me llenaron de amor, hubo cosas de las pelis que me llegaron bastante. Si, es verdad, puede que el tiempo sola me haya hecho poner un poco dura, pero también me dejo mucho más tiempo para pensar en mí misma, y en mis tan amadas metas, en mis objetivos, mis sueños.. todo eso que me ayuda a forjar -o tratar, intentar- esa persona que quiero ser, a la que no le cambiaría nada, a la que le agregaría de todo, siempre, las veces que pueda.

Y haciendo un poco de referencia al título -que no me costó pensarlo mucho-, hablemos un poco de la inspiración, antes que el destino, sólo por el hecho de que es más divertida, más impredecible, más... esperanzadora -corrección, totalmente esperanzadora: porque, ¿a quién no lo llena el hecho de proponerse cambios que lo hagan crecer?-.

Inspiratie

Y Anabelita en su mes y algunas semanas de vacaciones, -ganadas con ayuda de las ojeras delatadoras de todas las mañanas del cuatrimestre pasado, las horas de estudio, la vida consumida por la universidad y los parciales, y por el esfuerzo realmente desmedido que demandaron las buenas notas para volver a mi pequeño Pico- se tomó el tiempo de dormir, comer, pensar (y mucho), y googlear cosas "cooles", buscar cosas que me llenen, ¡volver a crear!: Uñas, nail art, un collar para mi mamá, renovar un sweater tejido por mi abuela, hasta la carcaza del celular de mi hermano. Fueron días de puro We Heart It, Blogs de DIY, canales en YouT de nail art... infaltables.
Cuando me agarran estos días donde me planteo todas las cosas que me encantan, todos los pensamientos que me gustaría copiar o cómo ser y como mostrarme a mí misma, me dan ganas de volver a la vida independiente, de a poquito, obviamente, porque ya sabemos lo que me cuesta despegarme de mamá mas que nada, ya que somos como siamesas separadas por 30 años. En estos planteos entran cosas variadísimas, desde un gym fuerte, clases de pintura, recorridos por una ciudad que todavía no conozco, hasta verificar posibilidades de empezar Comedia Musical y, por otro lado, prepararme para un título de Inglés y poder viajar a un futuro "exchange",

Y Pico... volver. Fue reencontrarme con tantas cosas preciosas: con la avenida, con la "Titi" -la camioneta de mi mamá, con la cual soy remisera casi legal de media ciudad-, con mi cd de Lana Del Rey a todo volumen en el auto y recorriendo las calles a puro canto, sin importar que piensen que la chica "hablaba sola, metida en el auto"; porque al fin, qué importa, estoy en Pico, estoy en mi casa, en mi familia, con mis cosas, con mi mundo - porque sí, este pueblo chusmero es mi mundo-.
Fue reencontrarme con mis viejas amigas, llevarme sorpresas y hasta desilusiones, pero creer igual, querer y seguir queriendo cada vez más el lazo enorme que tengo con mi mejor amiga, la única con la que puedo hacer un vínculo mutuo en cada palabra y en cada pensamiento compartido. Y mi familia, los reencuentros, con lo buenos y no tan buenos que son para acercar a la gente cada vez más, o alejarlas de un solo golpe.

Destino?

Cuenta la leyenda que lo que es malo, siempre, puede ser peor. En este caso, en mi caso, las desilusiones. O esperanzas fallidas. O no tanto. O si, bastante.
Y sí, siempre son del mismo tema -el amor para todos implica desafíos, para algunos buenas experiencias, y para otros traumas.- Como para muy pocos también -he aquí-, la búsqueda de una verdadera sensación de conexión no-terrenal. O esa persona que te enseñe a crecer al lado.Y eso cursi que me niego a escribir.

Introduzco esto de manera rara: hay dos películas que marcaron completamente mi vida hasta ahora: El Origen y Los Agentes del Destino. La primera habla de los sueños, de lo que nunca se comprobó, y la que sigue de lo que tiene que pasar que esta predicho. Y de esta última quiero hablar.

Supuestamente el destino de David es ser un político destacadísimo, pero el se quiere arriesgar a pasar su vida en la sencillez por el simple hecho de estar con Elise, una bailarina contemporánea que también tendría que renunciar a su sueño de toda la vida. Pero va mas allá del cliché romanticón de los que se aman que no pueden estar juntos, hay una "fuerza", si le queremos llamar así, que tiene el camino de la vida de cada uno, la destinación de cada uno, como si lograr cierta meta fuera el objetivo y para ello, se tendría que renunciar a algo -coincidencias en la vida real? no lo dudo-.
Hace tiempo que vengo sintiendo como un acercamiento a encontrar alguien que tiene cosas que nunca vi en mi vida, en nadie del sexo opuesto. Cosas más allá de lo estético, más allá del pensamiento de cuando tenía quince de estar con el chico sexy de tercero que creí que nunca se fijaría en mí -en la "ñoña"-.
Hablo de ese carácter que idealicé mucho, y no creí real. No lo sé, sonrisas que vienen de adentro del alma, sinceridad, dulzura, tacto hacia la gente, esa cultura de conocer, hablar, querer saber y aprender más, charlas que inspiran a ser más. Gustos parecidos, carreras más que parecidas, intereses casi idénticos, muchas formas de pensar conectadas. Salir de ese mismo lugar con una sonrisa que no se borra. Casi hasta en semanas.

Pero acá aparece Mr Destino, que hace su triunfal llegada complicando las cosas: y las esperanzas de conocerlo se van desvaneciendo a medida que pasa el año. Porque mínimas causas generan consecuencias en ese objetivo borroso. Y de acá surge la incertidumbre. Me hace desconfiar, incapaz de pensar qué es a lo que estoy deparada, quién tengo que ser si no tengo que serlo con alguien al lado. Pero sale malestar y entra calma, bien a lo partido de fúltbol, y me repito una frase que mi mamá me predica desde chica: "las cosas, siempre, se dan por una razón". Porque siempre se puede aprender de todo, y crecer en ello.

Entonces, tener miedo a lo que se viene o arriesgarse a todo? Crear ilusiones o dejar fluir el hoy? Nuevas metas o viejos malos sentimientos a la luz, de nuevo? No. Tomemos las riendas. Sigamos andando, pero ahora no cabalguemos más, ahora arriesguémonos a correr, a animarnos a buscar lo que realmente queremos.
Como dijo un amigo, es el momento justo de tomar decisiones, y no va en tener los "huevos" para emprenderlas, es tener decisión de llevarlas a cabo. Gracias Guido.



 
;